martes, 8 de abril de 2008

By invitation: ¿qué hacer con el agua?

Hoy inauguro mis colaboraciones con un tema tan candente como la gestión del agua. En este caso, la autora cuestiona el actual modelo de gestión hídrica, abogando por un política que prime el ahorro. Espero que os guste.


Como técnica, lo del agua estos días en prensa y en boca de todos me preocupa. Supongo que con otros temas pasará lo mismo, pero con el agua me doy cuenta de lo escandaloso que llega a ser el politiqueo y la manipulación descarada del tema (no digamos ya en época de escasez, aunque su nombre técnico es conflicto de usos), y el poco espacio que se deja en los medios a las voces científicas cualificadas.

Me parece muy acertado diferenciar la aportación puntual que planteaba la Generalitat del transvase del Ebro. Es innombrable (aunque muy esperable) lo que están haciendo los medios con el tema. Vengo de dar una conferencia sobre el tema y no me he librado de responder a preguntas tendenciosas en las que se veía claramente la mano de la COPE, esos grandes ideólogos también especialistas en agua.

Sin embargo aunque por determinados intereses se plantee así, la desalación no es la panacea. Aunque la eficiencia del proceso ha aumentado muchísimo existen límites físicos que no se podrán sobrepasar y que hacen que su consumo energético la descarte como una alternativa abundante y estable. Una desaladora necesita una central térmica de ciclo combinado para ella solita. Técnicamente equivale a cambiar petróleo por agua, y no creo que con los y tiempos que corren eso sea una opción. El tema de los residuos salinos es quizá menos grave (aunque lo es mucho en un mar como el Mediterraneo). Recomiendo este artículo, de un investigador de la UAB, especializado en desalación. También lo analiza desde un punto de vista político.

Desgraciadamente en este país, a pesar de contar con el mayor número (del mundo!) de embalses per cápita o por Km, con el tema del agua todavía estamos con la visión decimonónica de gestión de la oferta. O sea, el deber de las administraciones es proporcionar agua siempre y para lo que se pida, haya la que haya en la cuenca eso no es un factor limitante, faltaría más, el progreso lo exige. Nos da igual que la Directiva Marco del Agua vaya en otra dirección completamente distinta. Como en todo, en este país las directivas de medio ambiente se trasponen tarde y mal. Ya es hora de tener otra idea de progreso, de empezar a gestionar la demanda de agua (en vez de ofrecer más) y de entender que ni todos los usos del agua son igual de necesarios ni en todos ellos estamos aplicando todas las medidas de ahorro disponibles. Antes de buscar otros recursos hay que reducir el consumo y reutilizar al máximo. Y a partir de ahí plantarse otras alternativas, y siempre valorando antes para qué usos van a servir. Y en Catalunya (como en el resto de España) no lo hemos hecho de forma suficiente; con el tema de la sequía en la Agència Catalana de l'Aigua y en el Departament de Medi Ambient se están impulsando nuevas medidas de ahorro. Mejor tarde que nunca, pero las medidas de ahorro no solucionan nada en tiempos de sequía, ahora lo único que puede hacerse es tomar medidas de emergencia.

La mejor nueva fuente de agua (más barata y más sostenible) es la que queda disponible porque se ahorra, y de ella se puede echar mano en épocas como ésta. Y aquí de ahorro lo justito.


Mercedes Vidal Lago es licenciada en Ciencias Ambientales por la Universidad Autónoma de Barcelona. Está vinculada a un grupo de investigación de la facultad de Geografía donde investiga los nuevos usos del agua vinculados a la urbanización dispersa. Actualmente trabaja en la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, consorcio integrado por diferentes administraciones cuya finalidad es la formulación de instrumentos para replantear las ciudades y su entorno en relación a la sostenibilidad. Ha participado, entre otros, en programas de conservación de los recursos hídricos, proyectos sobre emisiones del transporte, aprovechamiento de energía solar o en la elaboración de indicadores de sostenibilidad para ciudades. Está especializada en el aspecto social de la sostenibilidad.

1 comentario:

TAM dijo...

En España solo se habla de ahorrar agua cuando hay sequía y luego todo el mundo se olvida porque en realidad el nivel de concienciación medioambiental que hay aquí es mínimo y (casi) nadie está dispuesto a renunciar a un modelo de crecimiento económico basado en el consumo intensivo de recursos naturales, como el agua. Realmente triste.