sábado, 7 de septiembre de 2013

Madrid 2020


Esta mañana los periódicos están de lo más aburrido. Con lo que me gusta la prensa digital. Además, mi hija está ahora a cargo de mi hermano, con lo que estoy disfrutando de unos merecidísssssimos 35 minutos dedicados sólo a mí. Quizá algunos no lo entiendan, pero los que son padres sabrán de lo que hablo.
A lo que iba. Madrid 2020. Yo apoyo la candidatura de Madrid básicamente por 2 motivos.
1. La posibilidad, que no certeza, de que los juegos supongan la revitalización económica de la capital de España (y alrededores, jaja).
2. La posibilidad, que no certeza, de que los juegos aglutinen a numerosos ciudadanos e instituciones de un proyecto que, en principio, es bastante loable ( no como Eurovegas).

Yo, que soy de Barcelona y tengo edad suficiente, recuerdo perfectamente el ambiente que se vivió antes de la nominación de la ciudad como sede de los JJOO de 1992. El día de "A la ville de... Barcelona, España" estaba sentado frente a la televisión con un amigo del cole, se llamaba José Manuel Vázquez Ballano (en los ochenta, lo apodábamos chucho). Recuerdo la frase de Samaranch (un personaje al que no admiro para nada) y la alegría de la gente que, saltando desde la Plaça de Catalunya, celebraba la noticia.
Pero no todo fue coser y cantar. Recuerdo un montón de comentarios del tipo " no estamos para estos dispendios", " no servirá para nada", "es una excusa para especular con el terreno" "no es la prioridad". 
A la mierda con esos agoreros. Los Juegos Olímpicos dieron un impulso a Barcelona que todavía disfruta: en el ámbito turístico, la ciudad despegó por aquel entonces. En el ámbito urbanístico, Barcelona recuperó zonas enteras que hoy en día nos parecerían peor que campamentos chabolistas. Por otro lado se creó una extensa red de espacios públicos de alta calidad, como l'anella olímpica en Montjuic, que todavía hoy disfrutamos. Por no hablar de que, aunque alguno se empeñe en mostrarlo como contradictorio, Barcelona no se volvió en una ciudad para ricos. Y pese a lo que esos mismos decían, sin arruinarnos ni nada parecido.
Hoy vuelvo a escuchar los mismos comentarios, aunque esta vez también están teñidos de cierto resentimiento contra Madrid. Hombre, a mí me encanta que Tarragona organice los Juegos del Mediterráneo de 2017. Por el mismo motivo, quiero que Madrid organice los JJOO de 2020.

Ah, el verano del 92 no estuve en Barcelona, sino que fui facturado directamente para el pueblo. Menos mal que me desquité este verano en los Campeonatos del Mundo de Natación viendo a Lochte, Le Clos y Misy Franklin surcando las aguas de la piscina como si
atunes se tratara.