martes, 25 de noviembre de 2008

De olvido nada Rouco


Pasmado e indignado me he quedado esta mañana oyendo al Presidente de la Conferencia Episcopal pidiendo que olvidemos el pasado. Es decir, que no se hable de la memoria histórica, de la guerra civil, de la dictadura o del papel (o sea, el apoyo) que la Iglesia Católica brindó a Franco.

¿En qué página del evangelio se predica el olvido? Recuerdo leer la parábola del buen samaritano en la que se hablada del perdón, pero no de olvidar. Y es que las altas jerarquías de la Iglesia hacen un ejercicio de doble hipocresía:

1. Pedir olvido intentándolo confundir con el noble ejercicio del perdón. Máxime cuando el perdón exigiría un previo reconocimiento de los pecados y errores. Les recuero, queridos lectores que ellos llamaron "Cruzada" a la sublevación contra el gobierno legítimo de la II República en España. Es decir, que desde el principio se pusieron del lado del bando fascista. No me extraña que utilicen esa frase obscena de "hay que liberar a los jóvenes de los lastres del pasado" para pedir que no sepamos que papel jugaron entonces (y ahora).

2. Pedirnos olvido cuando ellos elevan a los altares a nosecuantos "mártires" de la guerra civil Española. Pero que poca vergüenza, ¿no? A este, que lo mataron los rojos, lo beatifico. Pero este, que está en una cuneta esperando a que sus familiares exhumen sus restos, no oiga, olvidemoslo todo.

Olvido, ¿solo para unos?

martes, 11 de noviembre de 2008

Boycott a las empresas que joden a los trabajadores


¿Qué vivimos tiempos de crisis? Si ¿Qué las empresas se enfrentan a problemas y que eso obliga a algunas de ellas a reestructurarse? Sí. ¿Qué hay y habrá despidos? Sí. ¿Qué nuestros impuestos deben hacer que los trabajadores en paro cobren un subsidio y se puedan formar para reincorporarse a otro puesto de trabajo? Tambén.

Pero eso de pretender echar de golpe a 1680 trabajadores, El 40% de la plantilla de Nissan, ¿Estamos locos o qué? Muy mal tienen que haberlo hecho los directivos para darse cuenta ahora que ni cien, ni doscientos ni mil. 1680 de golpe y a la calle.

Pues yo llamo a los consumidores (que son también ciudadanos) a que no consuman productos de aquellas empresas que no son respetuosas con los trabajadores. ¿Verdad que dejaría de comprar productos de empresas altamente contaminantes? Pues tampoco compre coches de empresas que degraden la calidad de vida de sus trabajadores.

Frente a la crisis, seamos solidarios y presionemos a las empresas para que no solamente nos ofrezcan productos de calidad y a bajo precio, sino para que también respeten un determinado modelo social que nos protege a todos, incluidos ellos. La elección de tu coche es un buen ejemplo.