sábado, 28 de enero de 2012

Hasta Merkel relajará su ciega postura contra el déficit

Pronto lo veremos. Llevados por una ideología insolidaria, ciega y destructiva, los gobiernos de toda Europa, liderados por la canciller Merkel se habían embarcado en una furiosa lucha contra el déficit público. El resultado de tanto recorte es una recaída en la recesión. En España se ha logrado el récord de paro, con  5.273.000 de personas buscando empleo.

De la misma manera, se ha renunciado a pedir responsabilidades a los grandes poderes financieros, se han olvidado las proclamas a favor de gravar las transacciones de capital, perseguir los paraísos fiscales o el escándalo que supone que el Estado tenga que pedir prestado lo que debería obtener mediante impuestos.

Pues bien, ante el agravamiento de la coyuntura económica y ante el hecho de que la propia Alemania está ya sufriendo sus efectos, comienzan a sentirse voces desde la esfera liberal que dicen algo más propio del sentido común o de un chaval de secundaria que de un economista: el ajuste sin crecimiento empeorará las cosas, estamos en una espiral recesiva y necesitamos tipos de interés más bajos y más gasto público, no menos.

Me he permitido hacer un gráfico muy didáctido. Se trata de comparar el número de personas ocupadas (con trabajo) en un trimestre contra el mismo trimestre del año anterior. Veréis que España crea empleo hasta el segundo trimestre de 2008 (luego en aquellas en elecciones la economía se ralentizaba, pero no se podía hablar de crisis). A partir de ahí, pérdida de empleos. ¡ En el segundo trimestre de 2009 trabajaba 1,5 millones menos de españoles que un año antes! Pero luego, la pérdida de empleo se ralentiza. Brotes verdes, animados por el único agente que podía gastar más y animar la economía. ¿ Quién? Por supuesto, el estado. ¿ Qué ocurre a partir de entonces? Comienza a decirse que el déficit público (el estado gasta más, no llega a cubrir los ingresos y genera déficit) es insostenible, una plaga bíblica y que ahoga al sector privado.Mentiras que, por mucho repetir, ahora nos parecen verdad. Consecuencia: A partir de medidados de 2010 parece que ya no se destruía empleo, pero se ponen en marcha medidas de ajuste draconiano en nuestro país. Consecuencia: A partir del último trimestre de 2011 la pérdida de empleo vuelve a agudizarse. Y no parará hasta que estas absurdas políticas económicas dejen de aplicarse...


















Pronto lo veréis. ¡ Hay que conjugar ajuste con crecimiento! Eso sí, de nosotros dependerá que ese cambio se traduzca no sólo en una mejora coyuntural sino que los factores que he señalado antes y que están en la raíz del problema sean afrontados por una sociedad europea valiente y democrática. Si no, volveremos al crecimiento, pero con menos derechos sociales y laborales, más manga ancha para la gran banca y más desregulación.