jueves, 16 de julio de 2009

Reforma laboral en España: excesiva temporalidad.



Al contrario de lo que parte de la izquierda piensa, creo que España debe reformar su mercado laboral. No puede ser que exista una brecha tan grande entre trabajadores con contrato fijo y varios años en su empleo y los temporales.

La economía española fue ágil creando empleo en la última etapa expansiva. Pasamos de unos 12 millones de ocupados a más de 20 entre 1994 y 2008. Es decir, el número la población ocupada creció un 66% aproximadamente, varias veces más rápido que la población. Durante ese periodo, el desempleo pasó del, 24%! , al 8%, algo nunca visto en España.

Sin embargo, esta flexibilidad se ha vuelto en contra de parte de la clase trabajadora. A la que el ciclo económico se ha torcido, a los empresarios les ha entrado miedo. Y, a corto plazo, reducen costes. ¿Cómo? Despidiendo a los trabajadores que supongan un menor coste. A los temporales. Eso supone, aparte de un drama familiar, 2 problemas graves para la economía:

1. Por un lado, se prescinde de trabajadores que, pudiendo tener suficiente experiencia (y juventud, aunque sea políticamente incorrecto decirlo) y el mismo valor que otros, no tienen el mismo coste de despido que si gozaran de 15 o más años de antigüedad. Esto es una total aberración, pues puede empeorar a largo plazo la competitividad de las empresas. Además, estos nuevos desempleados no reciben la misma atención ni la misma cobertura mediática que los grandes bancos, las constructoras o las fábricas especuladoras que negocian indemnizaciones por despido tras presentar ERES. Se trata de cientos de miles de personas con poco reconocimiento social, repartidas entre miles de empresas con una formación diversa y en muchos casos superior a la media y escasas posibilidades de reengancharse al trabajo hoy en día.
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2. Por otro, al poder echar tan fácilmente una parte de los trabajadores, se ahonda en las consecuencias de la crisis. Estos parados ven recortado su poder adquisitivo, con lo que la demanda agregada de la economía es menor, agravando el ciclo recesivo. Un ejemplo de lo contrario es Alemania, donde el PIB está cayendo el doble pero el paro ha crecido sólo ligeramente.

Con la reforma laboral de 1994 se reconoció que el modelo de mercado laboral heredado del franquismo en el que el despido era simplemente carísimo no servía para el futuro. Esa reforma sirvió para crear mucho empleo precario y bastante fijo, dejando al resto de trabajadores que ya venían gozando del contrato fijo como un grupo hasta cierto punto protegida por los famosos 45 días por año trabajado.

A mi entender, se debe ampliar la protección a los trabajadores temporales y homologarla a niveles europeos. Esto reduciría el número de despidos, siempre y cuando no volviéramos a la situación previa a 1994. Una vez que hayas superado tu periodo de prueba, por muy temporal que seas es justo generar una indemnizacíon por despido decente. Por otro lado, quizá sería bueno fijar un límite superior a la indemnización por despido de, pongamos, 30.000 euros. A mí me parece que el que salga perdiendo con la medida tendrá un salario que le permita ahorrar por si acaso, no? ¿ O es que los trabajadores no formamos una sola clase?

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