En marzo volvemos a las urnas. Creo que esta última legislatura ha sido francamente interesante desde todos los puntos de vista. El PSOE ha desarrollado un programa de gobierno marcado en los últimos meses por la agenda social: cheque bebé, aumento del salario mínimo interprofesional,…
Al Partido Popular lo he visto bastante desenfocado. Todavía hay importantes sectores en ese partido que no han asumido la derrota de 2004. A estas alturas, pretender hacer revisionismo histórico con el atentado del 11-M es simplemente vergonzoso. Seguro que Rajoy sabía que ir a la manifestación de la AVT de este fin de semana no iba a mejorar su imagen. Al final, ese es su mayor déficit electoral.
Por lo demás, la cosa está que arde. Todos andan presentando sus propuestas. Si el eje de campaña es la política social, está claro que la izquierda lleva las de ganar. Es su fuerte y, en segundo lugar, ver a Rajoy hablando de la política social que no quiso aplicar mientras gobernaba es, cuando menos, sospechoso.
La coyuntura económica es buena y si hay un clima de movilización, la izquierda será más bien favorecida por una alta participación. Seguro que la derecha va a movilizar todos sus recursos, pues se sabe perdedora en estos momentos (atentos, que dan miedo).
Eso sí, el PSC y ZP tendrán que ir con cuidado. Los estrategas electorales saben que para ganar, un buen resultado en sus feudos tradicionales es imprescindible. Creo que el PP tiene bien atados los suyos. Me pregunto si Catalunya va a ser igual. El PSC obtuvo en 2004 un resultado histórico: 21 diputados. Impresionante. Pero es francamente difícil volverlo a repetir. Eso garantiza un buen baile en campaña electoral por aquí, además de que en las Cercanías van a poner todos los recursos que hagan falta para no desanimar (más) a los votantes que cogen el tren cada día.
Me gusta que los partidos empiecen a presentar sus propuestas. Alguno pensará que es electoralismo. ¿Esperan que votemos a ciegas? Quiero saber si ZP retirará las tropas de Irak, si mejorarán los servicios públicos,… Y después, a cumplir. Yo me quedo con la izquierda, pues el PP gobierna para los poderosos y no aspira a mejorar las condiciones de vida de la mayoría. Los vientos son moderadamente favorables para ZP, pero los próximos meses prometen.
Al Partido Popular lo he visto bastante desenfocado. Todavía hay importantes sectores en ese partido que no han asumido la derrota de 2004. A estas alturas, pretender hacer revisionismo histórico con el atentado del 11-M es simplemente vergonzoso. Seguro que Rajoy sabía que ir a la manifestación de la AVT de este fin de semana no iba a mejorar su imagen. Al final, ese es su mayor déficit electoral.
Por lo demás, la cosa está que arde. Todos andan presentando sus propuestas. Si el eje de campaña es la política social, está claro que la izquierda lleva las de ganar. Es su fuerte y, en segundo lugar, ver a Rajoy hablando de la política social que no quiso aplicar mientras gobernaba es, cuando menos, sospechoso.
La coyuntura económica es buena y si hay un clima de movilización, la izquierda será más bien favorecida por una alta participación. Seguro que la derecha va a movilizar todos sus recursos, pues se sabe perdedora en estos momentos (atentos, que dan miedo).
Eso sí, el PSC y ZP tendrán que ir con cuidado. Los estrategas electorales saben que para ganar, un buen resultado en sus feudos tradicionales es imprescindible. Creo que el PP tiene bien atados los suyos. Me pregunto si Catalunya va a ser igual. El PSC obtuvo en 2004 un resultado histórico: 21 diputados. Impresionante. Pero es francamente difícil volverlo a repetir. Eso garantiza un buen baile en campaña electoral por aquí, además de que en las Cercanías van a poner todos los recursos que hagan falta para no desanimar (más) a los votantes que cogen el tren cada día.
Me gusta que los partidos empiecen a presentar sus propuestas. Alguno pensará que es electoralismo. ¿Esperan que votemos a ciegas? Quiero saber si ZP retirará las tropas de Irak, si mejorarán los servicios públicos,… Y después, a cumplir. Yo me quedo con la izquierda, pues el PP gobierna para los poderosos y no aspira a mejorar las condiciones de vida de la mayoría. Los vientos son moderadamente favorables para ZP, pero los próximos meses prometen.
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