Cuba: y ahora ¿qué?

Por fin Fidel ha dejado la Presidencia. Es un paso más en la larga transición de Cuba hacia, ¿dónde?
Estas son para mí las cuestiones fundamentales: hacia donde camina la isla y a qué ritmo.
Considerándome optimista, tengo que reconocer que no lo veo nada claro. Las transiciones de otros países de la antigua Europa del Este y, en particular, Rusia, no muestran un panorama demasiado alentador. La clave va a estar en quien pilotará el cambio.
De entrada, no hay que olvidar que Raúl no es precisamente un renovador. Hizo la revolución con su hermano, así que, para empezar, Cuba es más bien una dinastía autoritaria, con un modelo económico obsoleto y una población que no ha conocido otro sistema que el actual. Si las élites actuales controlan Cuba, lo más probable es que suceda algo parecido a Rusia: los gobernantes comunistas serán sustituídos por ellos mismos, pero reconvertidos al neoliberalismo. Por mucho que joda, EEUU sólo está a 90 km y hay miles de Cubanos en Miami esperando a sacar la cabeza por ahí, dólares en mano.

Ahora bien, si la Transición en Cuba es el resultado de un movimiento de carácter democrático, pluripartidista, cívico, abierto, EEUU levanta el bloqueo y se mantienen los logros sociales de la revolución (particularmente, sanidad y educación), el país podrá mirar al futuro manteniendo una cohesión social imprescindible. Lo otro es volver a ser el patio trasero de los EEUU. Ahora bien. 50 años de régimen castrista son muchos y no todo el mundo estará preparado para afrontar los retos de una economía de mercado y un sistema democrático (esto último no es prioritario para algunos) que, tarde o temprano, deben llegar.