martes, 25 de septiembre de 2007

Pues a mí me parece bien la campaña


A algunos les parece mejor contratar a un deportista rico para presentar una campaña comercial. En cambio, se quejan de que hacer aparecer una persona anoréxica y llamar la atención sobre ello es,…¡Una campaña comercial!
Pues yo, prefiero lo segundo. En primer lugar, porque llama la atención sobre el problema. De un modo superficial, sí, pero se hace eco de ello, promoviendo nuestra reflexión. Los ciudadanos deberíamos exigir a las empresas una mayor y más sincera implicación en los problemas de las sociedades a las que sirven. Y, en segundo lugar, porque si tengo que elegir entre apoyar mi imagen pagando a un tipo forrado o que se hable de los trastornos alimentarios que sufren millones de personas, empezando por Isabelle Caro, la modelo, me quedo con lo segundo. Y al que no le guste, que no lo compre, ¿estamos?

domingo, 23 de septiembre de 2007

Una oportunidad para África


África sigue olvidada en el panorama político internacional. El SIDA ha diezmado familias enteras y en algunos países, más del 30% de la población (han leído bien, treinta. En Swazilandia llega al 39%) está infectada. Eso significa que si no disponen de fármacos, lo cual es más que probable, millones de familias e individuos se disponen a una muerte segura. Es muy fácil encontrar niños de menos de 10 años que sobreviven solos porque sus padres murieron de SIDA. Y ellos recibieron el virus de sus padres, claro. ¿Qué futuro les espera?

Otro problema fundamental es la inestabilidad crónica de amplias zonas del continente. Señores de la guerra, ausencia de un estado que asegure, al menos, el imperio de la ley, tráfico de materias primas para financiar la compra de armas, desplazamiento de refugiados, genocidio en Darfur,… La lista es interminable.

Y para colmo, un periodo de sequías y malas cosechas, para una población que se dedica eminentemente a la agricultura. Resultado: en algunos países africanos la esperanza de vida es hoy menor que hace 20 años.

Las soluciones son complejas, y aparte del encomiable esfuerzo de las ONG, lo que necesita África es algo más que paños calientes. Necesita POLÍTICA con mayúsculas. Estabilidad política, imperio de la ley y estados fuertes y democráticos, cuya gestión se pueda auditar por organismos internacionales independientes. Y, aunque se me acuse de paternalista, con ejércitos y dinero de nuestros países, si es preciso. Para proteger a la población.
Los gobiernos africanos deben reconocer que el VIH causa millones de muertes en su país, y deben informar a su población de los medios para protegerse. ¿Absurdo? En Sudáfrica país relativamente moderno, el gobierno de Thabo Mbeki cuestionaba esta versión hasta hace poco.
África necesita del apoyo de occidente para ello. Una OPORTUNIDAD PARA ÁFRICA significa poder exportar de manera legal aquellas materias primas y productos en los que el continente es abundante, y financiar así el desarrollo de sus economías. Y lo debe hacer con adultos sanos que puedan criar a sus hijos y trabajar para que estos vayan al colegio en ausencia de guerras.

A occidente le interesa ello. En primer lugar, porque la ausencia de un futuro para Afrecha es la causa de las tristes imágenes de los cayucos. En segundo lugar, porque África tiene mucho que ofrecer en términos agrícolas, ganaderos, industriales,… y en tercer lugar, porque no es justo que en este siglo la gente siga padeciendo calamidades como estas, ¡hostia!

lunes, 17 de septiembre de 2007

Superhumillada 2007


Me causa vergüenza ajena ver Supermodelo 2007. Creo que la línea que separa la preparación para una profesión dura y competitiva de la humillación y la sumisión se supera amplia y frecuentemente.

Acabo de ver como enfrentan a las 2 nominadas, una de ellas una adolescente de 16 años. Las sientan frente a frente y cada una debe argumentar por qué es mejor que la otra. Al final, acaban saliendo a la palestra odiosas comparaciones.

Sinceramente, creo que a esas chicas se las somete a juicios que los adultos no admitiríamos en nuestra vida personal y profesional. Aspirar a ser un profesional en cualquier campo no puede pasar por insultar a las alumnas, bajo el pretexto de que en la vida real las cosas son así o peor. Me pregunto que pensarán los padres de estas personas. ¿Les parece normal que traten así a sus hijas? Cristina Rodríguez, la directora de la pseudoacademia, es una persona zafia y maleducada. Se permite dar lecciones de glamour con un collar de cucharas rodeándole el pescuezo. Provoca el llanto de las chicas, para regocijo de los realizadores de Cuatro. Exagera en sus comentarios para dar la impresión que sabe más que nadie y que, si las demás no lo ven, es que no sirven. Valerio les grita a veces como un auténtico energúmeno. Eso sí, también se las dan de padrazos en determinados momentos. Un contraste la mar de hipócrita. Y eso porque se aprovechan de su posición (de superioridad). Una autoridad muy mal entendida. Y las chicas, sin rechistar. Acordaos de cuando teníais 16 años y de cómo os podían herir determinados comentarios de vuestros profesores, padres, jefes… Vamos, yo no permito que me hablen así ni de coña.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Em suen la polla les seleccions esportives catalanes

Hola, volia escriure un article que es titulés "Me sudan la polla las selecciones deportivas catalanas". O españolas. Vaya, que me gusta el buen deporte y estoy hasta los huevos de debate nacionalista. Si la selección catalana de fútbol va a ser como la actual española, vaya mierda. Ni regalada, oiga. Para los que se envuelven con la bandera, les recomiendo aflojarse el nudo, pues no les llega suficiente riego al cerebro y pasa lo que pasa.


Ngensmenys, he trobat un article del Miquel Giménez, periodista de Com Radio, que m'ha semblat excel.lent. Us convido a llegir-lo, doncs és una bona reflexió per als que pretenen obligar-nos a sentir Catalunya, Espanya o qualsevol nació d'una determinada manera.

http://www.e-noticies.com/opinions/no-vull-ser-catal%e0-28348.html

domingo, 9 de septiembre de 2007

La cara oculta de los biocombustibles

Mucho se habla estos días de los biocombustibles: a favor, la menor dependencia de las importaciones de petróleo de países inestables, su menor contribución al calentamiento global y una alternativa a los cultivos tradicionales para las agriculturas de los países desarrollados.

Pero, ¿hay algo más detrás de los biocombustibles? Es extraña la rapidez con la que este discurso se ha difundido, tanto entre las altas esferas como a pie de calle.
Hay poderosos grupos económicos detrás de esta industria. En primer lugar, las grandes petroleras, que ven en los cultivos de maíz, caña de azúcar,… una alternativa menos arriesgada a la extracción de crudo de los pozos petroleros de oriente medio.
Pero no se nos explica que es mentira que la extracción de etanos o biodiésel no es en modo alguna inocua para el medio ambiente. Cierto, es menos mala que quemar petróleo, pero sigue generando aportaciones adicionales de CO2 a la atmósfera. Primera conclusión: lo que hay que hacer es promocionar el transporte sostenible, y menos el coche privado, independientemente de que utilice biocombustibles.

Segundo: si pretendemos sustituir el petróleo que consumimos, deberemos ampliar en decenas de millones de hectáreas las tierras de cultivo, con lo que, si no se pone remedio, deforestaremos aún más nuestro pobre planeta. Segunda conclusión: pretendiendo mejorar el medio ambiente, podemos contribuir aún más a su empeoramiento.

En último lugar, el aumento de la demanda de las materias primas para los biocombustibles, como los cereales, ha provocado el aumento de precios de estos productos y sus derivados. Consecuencia: el pan, la carne (pues el ganado se alimenta de pienso) y otros productos básicos se encarecen. Como profesional de la alimentación os puedo asegurar que a partir de este otoño habrá subidas en estos alimentos. A esto hay que añadir la especulación que ha acompañado los rumores de aumentos de precios, reforzando este proceso. En nuestro país, esto supone gastarse unos 10 euros más en la cesta de la compra. Pero en países pobres, como México, millones de personas deberán renunciar a parte de los alimentos que ingieren.
Tercera conclusión: el auge de los biocombustibles no debe ir en detrimento de la provisión de otros artículos básicos, como los alimentos.

Único consejo: de momento, reducir el consumo de combustibles, todos y cada uno de nosotros. Como ciudadanos, es nuestro deber implicarnos es ello y exigir a nuestros políticos pasos decididos en este sentido.